miércoles, 3 de enero de 2018

Iniciación: Sinergia en la presentación de lotes individuales

 Cuando se confeccionan los lotes en equipos, el objetivo principal es la homogeneidad del canto especialmente en tono e intensidad, persiguiendo a la vez la percepción de armonía al cantar al unísono. Cuando se escogen los integrantes de un lote individual el énfasis debe establecerse en destacar las virtudes individuales de cada ejemplar al ser enjuiciado tomando en cuenta, obviamente, la compatibilidad en términos de registro tonal. Flaco favor nos hacemos si colocamos en un lote de individuales ejemplares con variaciones muy significativas en intensidad de voz provocando que uno de los ejemplares prácticamente anule a su(s) compañero(s) al cantar. Esto es uno de los principios básicos que la mayoría de los aficionados domina. Posiblemente establezcamos nuestros lotes a principio de la temporada de concursos y salvo que el resultado sea pobre no solemos alterar la arquitectura del lote (“si no está roto, no lo arregles”).  



El objetivo es que el juez pueda valorar los atributos individuales de cada ejemplar, no interesando tanto la simultaneidad en la ejecución, sin embargo, desde que confeccionamos los lotes se establece un grado de interacción entre los integrantes del mismo, en muchos casos de dominancia por parte de uno de los canarios, situación que no es fácil de reconocer ya que los ejemplares efectivamente cantan y pueden hasta “rendir” para el aficionado. Se debe evaluar constantemente (especialmente entre concursos) el repertorio en términos de extensión y calidad variando el orden, cambiando compañeros y variando los lotes entre dos y tres integrantes buscando la combinación que haga resaltar a todos sus integrantes. Una vez que fijamos un lote, si hay problemas se suele cambiar sólo el orden y sólo si uno de los ejemplares no canta o no rinde buscamos sustituir al ejemplar. Todo lo mencionado parece obvio, pero solo se hace patente si hay problemas en los concursos, no se suelen analizar las diferencias en extensión y calidad de repertorio que pueden resultar de encontrar “la combinación perfecta” que maximice los resultados. Y aún si se sigue el proceso, en un principio, se debe revisar periódicamente, ya que la evolución de los ejemplares puede variar acelerándose para alguno de ellos producto de un encelamiento anticipado. Esto último caso puede ocasionar que el ejemplar encelado lastre a su compañero o que lo opaque (aun de forma muy sutil) impidiendo la ejecución de la totalidad de su repertorio en términos de extensión y calidad. Un factor que contribuye a la mitigación este último señalamiento es el uso de ejemplares de edades similares. En resumen, es necesaria la constante reevaluación de la confección de los lotes en búsqueda de máximo rendimiento de los ejemplares y por ende de los resultados en los concursos.

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