domingo, 5 de enero de 2020

95, 96, 97, 98, 99 y 100 ¿Se justifican estas puntuaciones?

Planilla de principios de los 70's. Con valoración de
tres jueces

En un artículo del blog publicado el 7 de enero del 2017 (El límite de los 100 puntos) del desaparecido Jose Luis Clemente Lillo y publicado en el número 17 de la Revista Pájaros del año 1986 se hacía referencia a la superación de la barrera de los 93 y 94 puntos. Clemente Lillo hacía referencia a un acuerdo tácito, justificado en términos de unificación de criterios, de no superar esa barrera. 

Asimismo, Clemente Lillo abogó por la habilitación de puntuaciones superiores hasta llegar a los 100 puntos justificando su opinión en el crecimiento que desde el punto de vista canoro había tenido el canario timbrado español. Lo cierto del caso es que ya previamente a su artículo varios jueces habían premiado a ejemplares con puntuaciones superiores a los 94 puntos. Muchas de estas puntuaciones eran producto del sistema de valoración original que era obtenido aplicando la suma de las puntuaciones de los tres jueces que enjuiciaban cada concurso (ver planilla adjunta de los 70’s con la suma de las puntuaciones en la parte inferior). 

El uso de tres jueces fue insostenible a medida que la afición crecía y el número de concursos, por ende, aumentaba. Se hizo entonces necesaria hacer una adaptación al sistema de valoración y usando un solo juez, multiplicar la valoración por tres (ver planilla de 1971, aquí incluida, donde se puntúa 96 puntos al recordado Rafael Gonzalez al multiplicar 32x3). Si nos atenemos estrictamente a esta forma de valoración, en teoría todas las puntuaciones deberían ser exclusivamente múltiplos de 3, y así lo fueron por un tiempo. Con sorpresa he encontrado, no en pocas ocasiones, puntuaciones fraccionadas (i.e. 96,5). Es importante recordar que el sistema de valoración de la puntuación del timbrado español estuvo desde un principio en el sistema 3,6,9 heredado del Roller y de su autor, el alemán Wolf en 1923). Los giros son múltiplos de 3, y cada giro puede valorarse en 3, 6 y 9 puntos, y considerando la aplicación de la valoración por 3 (tres jueces) es por ello que la planilla actual del timbrado español es por ello que hablamos de giros de 9, 18 y 27 puntos a la hora de puntuar.

Una planilla de Rafael Gonzalez de 1971 de 96 Puntos (32x3)



Volviendo a la barrera de los 94 puntos, alguno podrá argumentar que no existe porque no está escrito en ningún lado y el código habla de 100 puntos. Pero gracias a esta situación puede existir uniformidad en la puntuación en los concursos, factor mucho mas relevante cuando se mezcla una categoría de competición entre varios jueces. Recordemos que algún juez ha anclado, en el pasado, a sus anchas, su “barrera” en los 90 y 91 puntos para justificar su rigurosidad, imposibilitando a veces un baremo equitativo en concursos donde se mezclan categorías y jueces (i.e. los individuales se reparten entre dos o más jueces).  Calificar sobre los 94 puntos no es algo nuevo, si embargo los que lo han hecho, han sido objeto de duras críticas en el pasado. Cito los ejemplos de un nacional FOCDE donde M.A. Paniagua otorgó un 95, un 96 de Carlos Sarrais y un 96 en Venezuela de Clemente Pérez y Ettore Vacellini(planilla anexa).

Planilla de Venezuela con 96 puntos
Así que los 96 y 98 del pasado diciembre, ya pasada la efervescencia natural de las circunstancias en que se produjeron (un concurso donde dos jueces hacían varias categorías) no son nada nuevo y contribuyen a darle mayor holgura a situaciones donde los pájaros superan las puntuaciones tradicionales con una actuación extraordinaria. Se debe respetar el criterio del juez, no solo en esta última ocasión, sino en todas las anteriores. 

Se debió haber respetado en el pasado porque así el criterio del juez lo estableció además de ser decisiones muy difíciles para él y justificadas en la virtuosidad de algún ejemplar o en la necesidad de hacer justicia con un ejemplar que excede una valoración “tope” anterior. 

La educación digital y la selección metódica está generando ejemplares de mucha mayor capacidad canora en términos de repertorio (la resurrección del agua lenta es un ejemplo) y calidad, y hay que hacerles espacio en los sistemas de valoración, y con ello no trato de decir que la nueva escala es 96, 98 o 100 sino que hay un espacio para aquellos ejemplares que poseen virtuosidad única y un espacio para el que el juez pueda ser justo con los ejemplares que así lo ameriten. 

La polémica planilla record  de 98 puntos al criador Gerónimo Vidarte


Lo sucedido tampoco descarta la necesidad de discutir y unificar criterios en las próximas comisiones técnicas, necesidad que se ampara en mantener la predictibilidad y la equidad sobre las valoraciones. Por añadidura, la afición debe entender (y así lo hace la mayoría) que las actuaciones de los ejemplares son circunstancias únicas y que ejemplares que en un concurso obtengan 94 puntos en el siguiente tengan una actuación menos brillante y por ende sean calificados con puntuaciones menores en concursos posteriores. Flaco favor hacen las críticas de algunos indicando lo desacertado de una valoración basada en una posterior actuación desafortunada del mismo ejemplar. Tampoco ayuda la posición negacionista de otros indicando que no existía tal barrera y que siempre hubo libertad para hacerlo, tal "libertad" tenía un alto costo.




Y veamos un ejemplo específico (no tan hipotetico) donde el juez se maniata, para propositos de ejemplificación he colocado sobre la misma planilla dos ejemplares sobre la misma planilla, al primer ejemplar (columna 1) se le ha otorgado 94 puntos destacandose su virtuosidad en las notas de 27 (3x9). Posteriormente otro ejemplar de otro lote tiene una ejecución igualmente meritoria en los giros de 27 solo que adicionalmente hace giros de agua lenta (podia ser cualquier otro). El juez tiene dos opciones: a) no superar los 94 puntos y castigar al que ejecutó el agua lenta restandoselos de los giros de 27 con lo cual el pajaro menos meritorio resultaría campeón o b) Superar los 94 y colocarle los giros de agua lenta sin tocar los giros de 27 otorgandole un 97 al pajaro que mas meritos tiene. La decisión parece fácil de tomar, pero no lo es, ya lo he explicado. Lo que si es positivo es que a partir del pasado 14 de diciembre la puerta esta mas abierta y no, no lo estaba antes, digase lo que se diga.

Los Ejemplares de Geronimo Vidarte

Aprovecho el artículo para la publicación de unos videos de los ejemplares de Gerónimo Vidarte, el criador que recibió los 98 y 96 puntos el pasado 14 de diciembre en el III concurso de timbrado español de Badajoz por parte de Moises Perez, Vidarte ademàs fue el campeón en dúos en el pasado concurso nacional de FOCDE. Los videos, que no incluyen a los ejemplares de la planilla polémica, han sido autorizados por Gerónimo para su publicación y merecen la pena de ser compartidos.