lunes, 30 de marzo de 2020

¿Peligran los concursos de este año?


Aclaratoria: Hago este escrito de forma estrictamente personal siendo el contenido de este el producto de mi opinión, y de ninguna manera, una posición oficial de ninguna federación o agrupación.

Siendo el título relacionado con la afición que nos une, mi intención, aparte de tratar de imaginarme el futuro a corto plazo, es crear algún nivel de conciencia de las implicaciones de la crisis sin precedentes que vivimos en la actualidad.

Es difícil vaticinar el futuro, y prueba fehaciente de ello, es que hace apenas 4 meses poco podíamos imaginar que, para muchos de nosotros, nuestra vida se iba a reducir a cuatro paredes.



 La situación es tremendamente compleja y con un nivel de impacto todavía difícil de estimar. Lo que si me atrevo a decir, sin ningún tipo de duda, es que no volveremos al mundo previo al coronavirus, de la misma manera que no volvimos al mundo previo al 11 de septiembre del 2001, fecha del fatídico ataque a las torres gemelas.

 En los momentos en que escribo, las únicas medidas posibles para evitar un agravamiento aún mayor de la situación se basan en el aislamiento y en el distanciamiento social. La economía de la mayoría de los países afectados gravemente impactada, miles de empresas rumbo a la quiebraa, ERTES por doquier y millones de empleos destruidos. Esta estrategia de aislamiento y distanciamiento social obedece a tratar de gestionar un numero de casos que sean manejables por los sistemas sanitarios de cada país dadas las dramáticas restricciones en el número de respiradores, la escasa o nula protección de los sanitarios y la escasez de material básico de protección en general para evitar el contagio. Esta escasez de insumos críticos para la gestión de los casos respiratorios graves esta causando que muera mas gente de la que debería, simplemente porque no puede ser tratada debidamente.  Es por ello que se debe aguantar con estoicismo el encierro que la cuarentena impone, es la única solución efectiva por los momentos.

No, esto no solamente no acaba en dos semanas, es que no hay fecha de caducidad de la presente situación, porque la mejor aproximación a una solución permanente, que solamente pasa por la creación de una vacuna que en el mejor de los casos tardará entre 12 y 18 meses.  

Obviamente, cuando se llegue a un número de casos que puede ser gestionado por la capacidad del sistema sanitario de cada país, entraremos en una fase de control (mitigación o vivir con el virus), esta fase, que depende de un mecanismo de testing exhaustivo y del aislamiento en conjunción con el distanciamiento social, se extenderá hasta la fase de implantación de una vacuna o de un mecanismo efectivo de tratamiento.

Es de hacer notar que todos los escenarios apuntan a una fase de control que durará varios meses y que lastrará la recuperación total de la economía impactando además la movilidad en mayor o menor medida. Es muy probable que a los protocolos de seguridad actuales (los derivados del 11 de septiembre) se incorporen protocolos de bio seguridad y cuarentena que desincentivaran los viajes de turismo o de negocios, que a su vez continuaran afectando las economías de aquellos países que dependen en gran medida del turismo.

Los protocolos de control y distanciamiento social continuaran en vigencia y se prohibirán las reuniones de cierto número de personas, con lo cual los concursos sociales pueden resultar afectados, ni se diga los de carácter nacional o el tan ansiado mundial de 2021 en Valencia. Si esto llegara a pasar, muchos criadores que necesitan vender sus ejemplares, y lo hacen basándose en los resultados y en la logística de los concursos, no podrán hacerlo. Y aún suponiendo que no se suspendieran los concursos es probable que un número significativo de criadores se retire temporalmente de la afición al no poder hacer frente a los gastos producto de la pérdida del trabajo o del deterioro de la situación económica familiar.

Por otro lado, es muy posible que haya escasez de piensos para alimentar a nuestras aves como consecuencia de los desafíos logísticos y controles impuestos por la pandemia. Estos son riesgos nuevos que cada criador debe tomar en cuenta para determinar el número de ejemplares a ser obtenidos en esta temporada de cría. Es importante que los criadores nos preparemos a una epoca de escasez en productos alimenticios para nuestras aves. Además de lo expuesto está también latente el riesgo de una segunda oleada de la pandemia cuyas consecuencias no me atrevo a imaginar

NO, esto no se acaba en dos, tres o cuatro semanas, se acabó como vivíamos antes y lo que vienen no se si será mejor o peor, pero seguro diferente.

No sabéis como deseo estar equivocado en todo lo que he escrito, ojalá sirva de reflexión para algunos. Y si habéis llegado a la misma conclusión, que haya concursos o no este año es lo de menos en los díficiles momentos que vivimos y nos toca enfrentar. 

Acabar con esta pandemia es quizás el reto más importante en los últimos 100 años.


sábado, 14 de marzo de 2020

Sobre la importancia de las canarias


No es dificil argumentar que las hembras son infravaloradas por la mayoría de los criadores de timbrados. Algunos criadores sostendrán que no es así, pero lo cierto del caso es que, por regla general, a las hembras se les da un valor menor que a los machos. Esta menor valía no es solo monetaria sino mental, es decir, seguimos criando y seleccionando en base a los atributos canoros del macho ya que sus cualidades pueden ser apreciadas por cualquier criador con un mínimo de sensibilidad musical. Esto es plenamente justificable cuando empezamos con un aviario y nos es imposible intuir que características encierran el genotipo de las hembras que empleamos en la cría. Por esta misma razón al comenzar a criar una nueva “línea” o tipo de canario de canto nuestra única referencia viene dada por la relación genética que la hembra mantenga con ejemplares destacados o de referencia. Es de cierta manera, un salto al vacío en el sentido que debemos confiar plenamente en el criador que nos la proporciona. Debo acotar, que, de producirse malos resultados, no son totalmente atribuibles al origen de la hembra, ya que cada cruce es una aventura y nuestro deber como criador es hacer que cada una de esas aventuras sea lo más predecible posible.

Independientemente de los resultados a partir de esa primera iteración, el trabajo “genetista” del criador comienza a partir de su primera temporada. Es a partir de ese momento cuando el aficionado debe comenzar a ser observador y analítico con el fin de inferir que características genéticas porta la hembra y cuando estas prevalecen en un determinado cruce. Obviamente el lector ya habrá deducido que es fundamental cruzar una hembra con varios machos para poder disponer de información precisa. La información que requerimos inferir (en algunos casos verificar) es el tipo de voz, metálica o hueca, intensidad, velocidad y dicción entre otras. Estos son atributos que podemos determinar en un macho con tan solo escucharlo.  Es posible que en un determinado cruce determine el resultado totalmente el macho, en otros solo algunos de los atributos y obviamente en un escenario en que la hembra domine el cruce, ninguno. Este último escenario es fácilmente detectable cuando el producto del cruce difiere totalmente del macho, aunque la genética es mucho mas compleja y puede haber entre otras, influencia de atributos genéticos de generaciones anteriores. Para tratar de ser pragmáticos debemos apostar por probabilidades, si todo fuera tan determinístico el sistema de cruces sería parte de un recetario que culmina con la educación y el entrenamiento.

No debemos tampoco asumir que las hembras producto de un determinado cruce poseen las mismas características. Para ejemplificarlo claramente, pensemos en un cantante que se casa con otra cantante, es muy probable que uno de los hijos herede esas facultades, pero también es probable que algunos no puedan cantar.

Para darle un sentido práctico, es muy importante apuntar toda la información relativa a los cruces y evitar gestionar la cría priorizando aspectos fenotípicos como el color, el tamaño o ser buena criadora. No se me malentienda, pero la prioridad son las características canoras que tiene o inferimos que tiene y luego las fenotípicas, de paso, no deberíamos tener ninguna hembra en el plantel que no sea buena criadora.

 En mi caso particular tengo 40 o 50 hembras siempre, aunque solo use 10 o 12. Obviamente puedo permitirme la logística de espacio y alimentación, de sobra se que el espacio es cada vez mas un variable restrictiva para muchos aficionados. Me gusta tener todas esas hembras porque no me gusta depender de nadie para hacer mis cruces, máxime, cuando estoy a miles de kilómetros de criadores con los cuales hacer algún tipo de intercambio. Las hembras no sobran. Solo cuando he tenido que ayudar a algunos criadores me he desecho de algunas de ellas. Como regla debemos disponer de al menos un 20% mas del número de hembras con las que pensamos criar, recordemos que hay muchos imponderables: accidentes, muerte por retención de huevo, falta del nivel de celo, posturas irregulares, etc…

La alimentación y la gestión de las hembras durante la muda y los meses de voladera es también una asignatura pendiente para muchos criadores, que naturalmente, se suelen enfocar en los machos noveles.

En mi caso particular es muy difícil conseguir alimentos apropiados como una buena mezcla de semillas o una buena pasta de cría. Al cambiar recientemente algunos de estos factores los resultados en términos de tamaño de la postura, calidad calcárea de los huevos, tamaño, etc… han sido diametralmente opuestos.

No debemos descuidar tampoco a las hembras durante esa época ya que hacerlo puede dar al traste con la próxima temporada de cría.

No se puede hacer crecer una planta tirando del tallo hacia arriba, hay que abonarla, regarla y darle tiempo.