sábado, 25 de abril de 2015

De Audios y Otras Historias

           
    La educación mediante audios o, para ser mas precisos, mediante el uso de medios digitales representa sin duda alguna una gran ventaja para quien la domina y un handicap para aquellos que no poseen las competencias. Este handicap puede ser revertido si se poseen buenos pájaros, que puedan hacer de maestros o que podamos grabar para aprovechar su canto cuando están en su apogeo. Por supuesto no se trata únicamente de tener buenos pájaros sino también de saber manejarlos para lograr que los jóvenes pichones aprendan en brevísimas y pocas lecciones. 


Ya sabemos que, desde su emancipación hasta la cristalización de su canto, los noveles atraviesan dos períodos críticos para el aprendizaje, y si sabemos jugar bien nuestras cartas, podremos educarlos con mucha precisión y eficacia. Siempre que me preguntan que metodología  sigo para enjaular a los pichones respondo lo mismo: los agrupo por edades y mezclando machos y hembras.  Y lo de agrupar por edades ya habréis entendido que es para poder enfocarnos en cada voladera en los períodos críticos de aprendizaje, poco me importa si son familia o no los pájaros y si en una voladera hay 10 hembras y solo 4 machos. 

No debemos colocar tampoco demasiados ejemplares en cada voladera ya que un número excesivo de canarios incitarán peleas y disputas  hegemónicas  que solo los distraerán de escuchar y practicar  lo aprendido, unos lo harán con constantes repeticiones de los giros más simples, otros tratando de imitar la totalidad del audio y otros curiosamente solo querrán interpretar las notas mas complejas, lo que está absolutamente comprobado es que usan la retroalimentación auditiva para aprender, es decir, necesitan escucharse a si mismos y comparar contra el material de educación original. 

      De hecho, en varias universidades norteamericanas, donde se investiga en profundidad el mecanismo de neurogenesis y el proceso de aprendizaje de los canarios, se ha experimentado privando del sistema auditivo por un periodo de tiempo a ciertos ejemplares y éstos han sido incapaces de reproducir su repertorio integralmente presentando además defectos importantes en términos de dicción y secuencia. 

La conclusión es obvia, debemos garantizar el tiempo para los repasos sin escuchar audios si nuestras instalaciones así lo permiten. De hecho, como apuntaba unas lineas mas arriba, poco tiempo es necesario y arte es el saber determinarlo como canaricultores de canto. A mas de uno de vosotros seguro también os paso que los pichones aprendieron uno o varios giros de un maestro que solo pudieron escuchar por muy breve tiempo ya que mudó muy rápidamente, eso ocurre porque escucharon el giro en el momento donde eran mas sensibles a aprenderlo.

 La otra ventaja importante de evitar el hacinamiento es la distribución del riesgo ya que si una voladera se va al traste arrastrado por uno de los machos líderes, el daño esta acotado a unos pocos ejemplares. Hay que afinar mucho el oído durante la muda para actuar con premura cuando detectamos a algún ejemplar que emite alguna giro no deseado o claramente emite una falta. Si estamos seguros hay que actuar con determinación y aislarlo, en caso de dudar acudid a algún otro criador que nos conste que si posea oído. 


Aclaro lo de las horas de exposición al audio porque recibo esa pregunta constantemente, como si no confiaran en la información del blog, tampoco pongo música de ningún tipo entre canciones, aunque un año lo hice y  no noté ninguna diferencia ni positiva ni negativa. La estructura del audio la trato de hacer lo mas parecido al canto de un canario y no separando notas y repitiéndolas constantemente, aclaro, es lo que yo hago, sé que algunos compañeros de afición lo hacen diferente y les va bien. En resumidas cuentas, confiad en la información que oigo en el blog, que está escrita para ayudar y no para engañar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario