Para poder aprender hay que experimentar y para
experimentar hay que saber arriesgar, gran parte del conocimiento de los
canaricultores del timbrado es atribuible a las redes de distribución de
conocimiento formales e informales a saber: redes sociales, foros, libros,
revistas, blogs, conversaciones con algún criador experimentado y muchas otras.
Sin embargo, el conocimiento que se deriva de la experiencia propia es el que
proporciona una ventaja competitiva (sobre-entendiendo que se trata de
competitividad sana) sobre los demás
compañeros de afición, ésta es viable cuando hay un espacio para establecer
experimentos de forma estructurada sin estar generándonos presión interna por
los resultados de venideros concursos.
Este quizás sea el rasgo más característico
de los verdaderos aficionados a la canaricultura y no el desmedido afán por
ganar los concursos a cualquier coste incluyendo como principal síntoma el
trabajo por un canario alejado de nuestro verdadero gusto sólo por aumentar el
palmarés para así generar un mayor número de ventas.
Los aviarios tienen
vaivenes en la generación de ejemplares de primera línea y cuando un amigo
aficionado y apasionado me preguntaba cuántos ejemplares de primera solía
obtener por temporada le respondía:
-
Suelo sacar entre 60 y 90 pichones al año, de
éstos unos 4 o 5 suelen ser ejemplares de primera, unos 10 muy buenos y los
otros entre buenos y regulares. De los 4 o 5 de primera he tenido la suerte de obtener
algunos muy aventajados y diferentes como el 34-2007, 9-2010, 3-2010, 12-2010,
24 y 25-20122, 34-2012(subcampeón de España FOCDE), 76 y 77-2012, 27, 29 y
100-2014(campeón de España FOCDE). De entre el grupo de buenos pueden haber
algunos con mucho potencial pero por descuido o por ser parte de la
experimentación que llevo a cabo todos los años los puedo haber estropeado. El
año pasado fue un viaje de dos semanas en pleno enjaule que malogró el
repertorio de un buen grupo de ejemplares.
Pero también los experimentos que he efectuado
malogran un repertorio promisor, y eso no me preocupa, gracias a esta labor de
auto-aprendizaje logro un mayor conocimiento que puedo poner en práctica para
otras temporadas, eso quizás se transforme en una ventaja competitiva pero más
que eso, al menos en mi caso particular en la incomparable satisfacción de
conocer más al timbrado, de entenderlo y por ende de lograr un mayor nivel de
compenetración sobretodo en el período más crítico constituido por los primeros
meses de vida.
Como clarificación e ilustración de la
argumentación anterior os sugiero el siguiente experimento como un ejemplo:
Experimento: separando por edades y con
estricto control sobre los días de vida de los pichones sometemos a un grupo de
pichones a un material de aprendizaje. A partir del día 60 no colocamos ninguno
hasta el día 120, en el cual colocaremos un material nuevo con ningún tipo de
coincidencia con respecto al primero. Analizad el resultado y estableced
conclusiones, se sobreentiende que los pichones no pueden estar escuchando a
ningún adulto y que hemos criado solo con la hembra para garantizar el
aislamiento acústico de machos adultos desde el momento del nacimiento.
¿Qué resultados obtendremos? ¿los giros del primer audio?¿los del segundo? ¿una mezcla? ¿que significan estos resultados? ¿ que conclusiones podemos establecer?
¿Qué resultados obtendremos? ¿los giros del primer audio?¿los del segundo? ¿una mezcla? ¿que significan estos resultados? ¿ que conclusiones podemos establecer?
No hay comentarios:
Publicar un comentario