lunes, 2 de marzo de 2015

Del otro lado de la cabina



El pasado diciembre tuve la oportunidad de estar al otro lado de la cabina de enjuiciamiento en un concurso celebrado en la pintoresca localidad de Argamasilla de Calatrava en Ciudad Real. Manuel Rivas  me invitó a hacerlo y asi lo hice con consentimiento de la sociedad organizadora. Para mí fue una experiencia única, venía barajando la posibilidad de convertirme en aspirante a juez pero tenía mis dudas. En la mañana me dediqué a marcar las notas que emitían los diferentes ejemplares y en la tarde a tratar de puntuar como ejercicio cada uno de los giros. Algo que parece tan trivial se convierte en una tarea compleja, mas que nada porque uno está acostumbrado a escuchar únicamente a sus pájaros y hay que aprender a escuchar a ejemplares muy diferentes en velocidad, dicción y en giros.  El ejercicio es bi-direccional y es también aprender a valorar la actuación del juez, su capacidad de enjuiciamiento y sobretodo que criterios utiliza para ponderar la ejecución de un ejemplar.

 Pero lo mas complejo es que hay que ser justos con los ejemplares sean o no de nuestro gusto y no es tarea fácil. Y es que ser juez no debe ser nada fácil ya que siempre están en el ojo del huracán, siempre serán objeto de críticas, de favorecer a los amigos, de ser partidarios de premiar siempre a un determinado tipo de timbrado. Y es que no hay manera de complacer a todo el mundo y lo importante es la tranquilidad de conciencia, en fin, todas esos factores son invisibles del lado del aficionado. 

Para mí este ejercicio sirvió para confirmar mi decisión de ser aspirante a Juez. Debería regularizarse esta práctica para aquellos que deseen confirmar sus aptitudes y FOCDE en lugar de eliminar esta opción a raíz de la protesta de un "aficionado" debería establecer las condiciones para que sea una práctica incluida en el reglamento. Gracias Manuel. Entretanto, ayer mandé mi aplicación a FOCDE, veremos que pasa.  

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