Endoscopia a joven canario |
¿Os habéis preguntado alguna vez
porque hay tan pocos veterinarios especializados en avicultura menor? Yo,
muchas veces. Hace unos años, cuando hacia mis pinitos como canaricultor, me
topé con mi primer caso de retención de huevo, patología que en cuestión de
horas, desafortunadamente, desembocó en un prolapso de cloaca de un joven
canaria. Admito sin pudor alguno que en aquel entonces no sabía cómo proceder.
Mi esposa, una ferviente defensora de los animales en general me señaló la
necesidad de llevar a la canaria a un veterinario para que fuera tratada, a lo
que al final accedí a regañadientes.
Prolapso de Cloaca |
Debo reconocer que, posteriormente, tuve
que admitir mi error ya que el veterinario en cuestión ejecutó con rigurosidad
el protocolo adecuado al reintroducir la cloaca con la ayuda de un hisopo
bañado en una solución salina, suturar gentilmente el área para evitar la
recurrencia y acompañar el procedimiento con un antibiótico de amplio espectro.
Este primer encuentro con un
veterinario competente en avicultura menor fue un caso aislado en mi
experiencia como criador ya que los veterinarios con conocimientos profundos en
avicultura menor son contados. Y lo más probable es que la causa raíz la constituyamos
nosotros mismos, los criadores, al crear una suerte de círculo vicioso al que
me referiré de inmediato.
La principal causa de esta escasez
de competencia radica en la ausencia de suficientes casos para desarrollarla a
través de la práctica, ya que, sólo un puñado de criadores acude con
regularidad a los servicios de un veterinario.
Esta falta de casos viene dada, en mi opinión, por dos causas: en primer
lugar por una falta de confianza hacia la competencia del veterinario en el
área de avicultura menor y en segundo lugar, un rechazo a pagar por los
honorarios del especialista.
Sobre esta segunda razón considero
oportuno hacer una reflexión, y es acerca de la valoración comparativa que hace
el criador en torno al precio de una consulta en relación al valor económico
que éste le da a su ave. Es muy posible que al tratarse de individuos aislados,
las cuentas no salgan salvo contadas excepciones producto del palmarés de
ejemplar o de algún sentimentalismo hacia el ave en cuestión. Esta última
situación es caracterizada claramente por la reactividad: el ave se enferma, el
criador trata de encontrar el tratamiento adecuado. He aquí donde está la
oportunidad de adoptar un enfoque proactivo, conveniente sobre todo para todos
aquellos criadores que dispongan de un nutrido grupo de ejemplares. Esta
proactividad consiste en realizar una consulta bimensual (como ejemplo de
periodicidad) al aviario donde regularmente se tomen analíticas y se efectúen
recomendaciones de tratamiento para aquellas aves que aparezcan con algún
cuadro patológico. Actuando de esta manera, el resultado es gratificante por
partida doble: lograremos evitar muchas muertes de ejemplares y seguramente nos
saldrán las cuentas, sin olvidar que estaremos estimulando a la comunidad
veterinaria a enfocarse en estas competencias.
Lamentablemente, muchos criadores
nos creemos veterinarios en potencia y asumimos en muchas ocasiones
diagnósticos erróneos que suelen concluir con la muerte de uno o varios
ejemplares. Ciertamente la ayuda de un microscopio acompañado de los ojos de un
veterinario experto pueden hacer una diferencia.
Un veterinario nos puede dar
información precisa sobre las condiciones que presentan nuestras aves de manera
que se establezca el protocolo adecuado de tratamiento a la condición
diagnosticada. Para ello puede realizar entre otros:
- Exámenes coprológicos
- Exámenes anatomopatológicos
- Exámenes microbiológicos
- Exámenes toxicológicos
- Asesoramiento sanitario, nutricional y reproductivo del criadero
Por supuesto que la condición ideal
ocurre cuando un veterinario es a la vez aficionado a la avicultura menor ya
que combina sus dos pasiones y utiliza sus conocimientos para establecer
tratamientos específicos para recuperar la salud de nuestras aves. Hoy en día,
debo destacar, hay un reducido grupo de veterinarios con foco en la avicultura
menor facilitando sistemas de consulta virtual, dando charlas a lo largo de la geografía española,
escribiendo artículos especializados e inclusive libros sobre enfermedades en
avicultura menor como es el caso de Roberto Fernández Álvarez, autor de un par
de libros de referencia que he leído con avidez tanto por la escasez de
literatura especializada como por la riqueza de su contenido. En el caso
latinoamericano destaco los escritos especializados y la labor de comunicación
de Rosana Mattielo, veterinaria y catedrática de la facultad de veterinaria de
la Universidad de Buenos Aires.
Como última reflexión sugiero que
apoyemos el trabajo de estos baluartes de la veterinaria especializada en la
avicultura menor de manera que podamos seguir creciendo en el conocimiento
detallado sobre las diferentes patologías que afectan a nuestros canarios y por
ende elevando el nivel d salud de nuestras aves.
La Dra Rosana Mattielo dictando charla en club de Argentina |
Charlas del Dr, Roberto Fernández Álvarez sobre:
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