A continuación, comparto algunas de las
conclusiones a las que he llegado luego de haber educado por varios años
mediante el uso de audios digitales, aprovecho, de paso, para de esta manera
responder varias preguntas que suelo recibir frecuentemente, aunque estoy
bastante seguro de que, estas máximas generaran otro conjunto de inquietudes y
preguntas.
1.- El audio debe adaptarse al tipo de
ejemplares que se cultivan y no al revés
Observo con preocupación una obsesión
desmesurada por la elaboración de audios muy complejos que empalaga a muchos
criadores motivándolos a crear un "super audio" o en su defecto a hacerse de
alguno de un criador avezado en la materia. En la mayoría de las ocasiones no
se toma en cuenta lo fútil de esta acción cuando los ejemplares no poseen la
capacidad para aprenderlo, cuanto menor la correlación entre el audio y la
capacidad de aprendizaje mayor el desastre potencial en términos de rascadas,
estridencias o notables incongruencias en la ejecución. ¿Y como sabemos que
pueden hacer nuestros ejemplares? muy fácil sobre todo si no hacemos cambios
drásticos en el audio entre año y año. La estrategia de grandes cambios en
términos de homogeneidad y de estructura de audio puede producir éxito
esporádico y puntual pero poco garantiza mirando al futuro. Es por tanto
preferible, ejecutar un trabajo de selección genética constante acompañado de
cambios poco drásticos en el audio ya que nos permite evaluar objetivamente el
progreso de nuestros ejemplares, así como valorar muy concretamente los cambios
que se hacen necesarios en el aviario y/o en el audio.
2.- La ubicación de los altavoces en las
voladeras, si se sigue la máxima (1) pierde relevancia.
Si se utiliza un audio compatible con la base
de nuestros ejemplares habrá una mayor facilidad para que éstos aprendan de
audios sobre todo si hemos realizado un proceso de selección consistente.
Descubrí esto por accidente cuando dos sistemas de altavoces se estropearon y
no me di cuenta hasta el final del periodo de educación sin que para ello se
afectara el aprendizaje de los ejemplares. Este año ya dejé una voladera a
propósito sin sistema de altavoces sin que hubiera impacto en el aprendizaje,
de cualquier manera, no estoy incentivando a que quitéis sistemas de altavoces
de las voladeras, de hecho, si podéis costear un sistema de dos altavoces por
cada voladera mucho mejor. Un ejemplo,
quizás más contundente, es el caso de un ejemplar que pese a ser educado con un
grupo de compañeros en una voladera ignora por completo el audio al que es
expuesto y aprende de otros sonidos mas alejados. La explicación es que este
ejemplar tiene una mayor compatibilidad con los sonidos alejados que con el
audio al que esta expuesto, y si no existiesen esos sonidos alejados, el grado
de aprendizaje del ejemplar sería casi nulo.
3.- El repertorio en el audio tiene mucha
correlación con la competitividad del ejemplar
Sobre esto ya he comentado en varias ocasiones,
en un ejemplo extremo, si le colocamos a un ejemplar 20 floreos muy bonitos y
tiene la capacidad de aprenderlos pues tendrá 27 puntos y será un ejemplar muy
probablemente espectacular pero totalmente nulo desde el punto competitivo.
¿Que eso es lo que nos gusta? Pues muy bien, el ejemplar deleitará a propios y
extraños y hasta ahí llegará en un concurso. El punto es que la variabilidad
del repertorio de un ejemplar educado por medios digitales es en gran parte una
gran responsabilidad del criador. Es un tema en muchos casos de aritmética. Lo
bonito de la educación digital es que podemos crear un pájaro “a la carta”,
claro, con los grados de libertad que el código de canto otorga, y que con esta
libertad hay una responsabilidad. Todo dentro del código, nada fuera del
código.
4.- No hay una regla definida en cuanto al
tiempo de exposición al audio, pero……
Este es uno de los mayores quebraderos de
cabeza de muchos criadores, yo creo que hay muchas maneras de distribuir el
tiempo de exposición al audio, y que la peor es la de la tortura sistemática de
interminables horas diarias. Lo cierto del caso es que la variable mas
importante para optimizar el número de horas es el grado de aislamiento del
área de educación. Si no es indispensable el uso de barreras acústicas podemos
limitar los intervalos de educación a dos horas en la mañana y dos horas en la
tarde, con lo cual daremos una mayor oportunidad a los repasos de los ejemplare
y a una retroalimentación auditiva mas eficaz. Dos consejos adicionales: no
educar en la noche y dejar un día libre de audios a los ejemplares, esto último
con el objetivo una vez más de motivar los repasos de los ejemplares.
5.- Cambiar el audio cada año no parece una
idea tan buena
No hay duda de que una emoción paralela a la de
la cría es la creación, modificación y selección del audio final con el que
vamos a educar a los noveles del año, muchos, en ese frenesí comienzan a
agregar notas al audio de educación, normalmente una proporción grande de floreos,
pensando que ese puede ser el gran diferencial entre ganar un concurso o no
ganarlo. En primer lugar, ganar un concurso, como ya he apuntado en otras
ocasiones es cada vez más difícil, el objetivo principal es obtener mejores ejemplares.
Lo cierto que los grandes cambios en el audio son tan disruptivos como la introducción
de ejemplares con características genéticas incompatibles. Y mi conclusión,
cada vez mas sólida, es que no hacen faltan audios con una retahíla de giros
inconexos, sino un audio más pulido y adaptado a las capacidades de los ejemplares
de nuestro aviario ya que en teoría nuestro proceso de selección se realiza en
base a los resultados de la educación. Un audio incompatible se refleja, en
muchas ocasiones, en una serie de notas defectuosas que se hacen notorias
mediante estridencias, rascadas e inclusive nasalidades de origen no genético
(especialmente en las notas terminadas en “ng”, como un tilón(g) defectuoso en
el audio). En resumidas cuentas, la base del audio debe permanecer inalterada y
solo producir las variaciones que tengamos seguridad que los ejemplares pueden
aprender. El dueto audio-genética del ejemplar debe estar bien compaginado.
6.- Audio + Maestro = Maestro
No soy partidario de usar métodos mixtos para
la educación alternando maestro con audio, o viceversa. Mis razones no son caprichosas,
por el contrario, están basadas en la experiencia de algunos años en que lo traté
de hacer pensando que era una buena idea. Lo cierto, en mi caso, es que los
resultados no han sido “buenos” porque los ejemplares se suelen ir hacia el
maestro, con sus defectos o virtudes, les es mas natural y “compatible”. No
dudo que con la correcta temporalidad o “timing” se pueda lograr un resultado
aceptable pero la maleabilidad neuronal propia de los noveles, por naturaleza,
les hace desestimar lo complejo y artificial (i.e., antinatural) e irse hacia
lo mas compatible. Para los que insisten en este método, el tiempo debe ser un
activo, así como las intenciones de ensayar alternativas y la aceptación de
resultados decepcionantes en gran parte de las ocasiones. No dejo de pensar que
una razón para que algunos criadores se aferren a este método dual es el “temor”
a lanzarse de lleno a la educación digital, y lo entiendo a la perfección,
máxime que cuando yo lo hice se podían contar con los dedos de una mano los que
lo hacían y que todos compartíamos de alguna manera el mismo temor a perder un
año de trabajo. Si seguimos la máxima 4 a cabalidad, la probabilidad de fallar
es relativamente baja.
7.- Los cambios de audio confunden a los
noveles
Uno de los peores enemigos, y el más
devastador, de un canaricultor de canarios de canto es la falta de paciencia. Es
precisamente la impaciencia la que nos lleva a efectuar constantes cambios en
el material auditivo, en ocasiones, porque pareciera que los noveles no
estuvieran aprendiendo nada. Lo cierto del caso es que, si lo están haciendo,
pero o nosotros no lo estamos escuchando cuando estamos en el aviario o no somos
capaces de entender los repasos, en especial los primeros, que son los más inteligibles.
Solo es recomendable hacer cambios en el audio cuando tengamos “evidencia” que
un determinado giro está siendo aprendido de forma incorrecta, y la
modificación que se recomienda es la eliminación simple, no el reemplazo por otra
nota. En los audios para educar, “más” no siempre es lo más indicado, “mejor”
si lo es. Es preferible, como he indicado reiterativamente, enfocarse en la
calidad más que en la cantidad y mejor aún minimizar las modificaciones al
audio, debéis recordar siempre que en una “escuela” no todos los alumnos se encuentran
en el mismo audio de aprendizaje, aun habiendo nacido todos en el mismo período.
8.- El poder de lo simple
Hace cuatro años mientras hacía una de mis
prácticas como aspirante a juez en un concurso de la comunidad de Madrid, escuché
una buena cantidad de ejemplares adornados de bonitos floreos y variaciones conjuntas,
pero los ejemplares que más destacaron y que premiaron en el concurso fueron
unos cuya canción base era una de las que está disponible para descarga en este
blog con unas adiciones bastante simples, la ejecución de los ejemplares era
perfecta destacando unas buenas voces y una dicción impecable, aquellos ejemplares
no solo conquistaron ese concurso sino muchos otros. Quizás nos hemos vuelto un
poco esquizofrénicos con la adición de estructuras complejas dentro de los
audios a sabiendas que en muchas de las ocasiones esto limita la posibilidad de
repertorios mas completos y de mayor duración. Este enfoque en la complejidad
para lograr que nuestros ejemplares destaquen resta importancia al trabajo más difícil
en la canaricultura de canto como lo es el logro sostenido de buenas voces,
dicción y lentitud, esa en mi opinión es el verdadero arte. Y ya bien sabemos que
podemos plagar el aviario de campeones que sin los tres pilares no lograremos
nada: una buena base genética, conocimientos fundamentales y una gestión adecuada. Primero lo primero.
9.- Divide y vencerás
La estrategia de dividir en jaulones de máxime
10 o 12 ejemplares no solo es un mecanismo de mitigar el riesgo en caso de que
algún ejemplar mal encaminado o con algún tipo de defecto arrastre a la
totalidad de los noveles, sino que también es un mecanismo de generar
ejemplares de características diferentes aún perteneciendo a la misma familia,
es por ello que, y esto ya lo acostumbro, que alojo a ejemplares machos de la
misma nidada en diferentes jaulones obteniendo hermanos que aún teniendo una
base genética común, aprenden y ejecutan con variantes notorias. Esta es una
estrategia muy diferente a la que siguen muchos criadores como lo es agrupar en
los jaulones por familia, también muy común en aquellos que “no educan”. Como
dice el refrán: cada maestrillo con su librillo, a mi en lo particular me
aburren dos pájaros que canten exactamente igual, inclusive pensando en dúos.
Me inclino mas por ejemplares parecidos, que se complementen y que armonicen en
su ejecución. DE cualquier manera, bien sea que se agrupe por familia o por
edades, o por ambos criterios a la vez, la máxima lo que pretende es mitigar el
riesgo.
10.- Mejor se aprende en un "colegio mixto"
La última máxima también está referida a la estrategia
de alojamiento en jaulones para la etapa de educación y consiste en alojar a los
noveles machos junto a las hembras, esto en mi opinión, lejos de encelar a los
machos hace que estos puedan repasar mas tranquilos al haber menos disputas en
los jaulones y por ende favoreciendo el retraso del temido encelamiento. Sólo en situaciones puntuales, cuando la
convivencia y el equilibrio se ven amenazados por un macho que se adelanta
procedo a sacar a ese macho y a darle un tratamiento aparte si dispongo de
espacio.