Cada vez que escuchamos un ejemplar, consciente o inconscientemente, lo valoramos en base a la voz, dicción y repertorio. En lo que respecta a repertorio nos centramos en su contenido (con especial foco en los floreos y las variaciones conjuntas) y su extensión. Cuando valoramos la extensión solemos considerar que, obviamente, cuanto mas largo, mejor. Mientras que solemos rechazar instintivamente a esos ejemplares a los que normalmente llamamos despectivamente de “cuatro notas”.
Y esta forma de valorar es lo normal ya que lo hacemos en base a nuestra percepción. Normalmente cuando hacemos la selección de los reproductores en base a estos criterios, asumimos que padre de repertorio largo y complicado dará ejemplares de características similares, es lógico. Lo que inconscientemente obviamos es que no es normal que un canario timbrado español tenga un repertorio tan corto. Y que la mayor parte de las veces ese repertorio tan corto es probablemente responsabilidad de los criadores. Muchos de estos ejemplares son producto de un enjaule traumático o defectuoso, verbigracia, enjaular antes o después de tiempo, mala gestión de los ejemplares recién enjaulados, etc. En este blog he dedicado algunas entradas al proceso de enjaule por si las queréis leer. Aprovecho para hacer notar que con enjaule me refiero al proceso de no hacerlo también. Si, la falta de enjaule puede ser también una causa de repertorios recortados. En mi caso, una de las principales causas son los procesos derivados de enfermedades respiratorios, y estos a su vez causados por la combinación fatalista de calor y humedad.
Uno de los mejores ejemplos para ilustrar lo arriba expuesto es lo que me
pasó en el año 2005. Me había empeñado en tener unos ejemplares de Francisco
Aroca ya que me llamaban poderosamente la atención su calidad, voz y dicción. Para
ello me desplace, ida y vuelta, en un solo día de Madrid a Valencia. Recordemos
que no había AVE en aquel momento y el viaje en Alaris tomaba 3 horas y 25
minutos para recorrer 348 kilómetros. Es decir, invertí casi siete horas de un
día para escuchar pájaros y regresar, si era posible, con algunos en la mano. Y
es que esta afición muchas veces se transforma en obsesión. Estábamos en verano
y, por ende, los pichones estaban en pleno proceso de educación, así que era un
pésimo momento para adquirir ejemplares del año, máxime cuando en aquel entonces
los criadores valencianos solían comenzar la reproducción a mediados de marzo.
Después de haber escuchado con especial deleite a todos los ejemplares le
pedí que me vendiera 3 ejemplares del año, a lo que accedió, no sin antes
oponer cierta resistencia indicando que probablemente perderían su canto ya que
no estaba cerrado. Y así sucedió. A los pocos días de haber cruzado el atlántico
y de haberse hecho a su nuevo hogar, los canarios comenzaron a mostrar el impacto
de la interrupción de su educación. Eran tres ejemplares: un verde, un amarillo
y un pio portador de bruno oro. Los dos primeros incorporaron notas del resto
del aviario y perdieron gran cantidad del repertorio (la mayoría siempre
arrastra a la minoría, así rezaba Álvaro Guillén) mientras que el pio recortó
su repertorio a “4 notas” que repetía incansablemente. Para resumir, aquellos ejemplares
cumplieron a cabalidad su objetivo y generaron unos ejemplares de altísima
calidad y de extenso repertorio. Los que más destacaron fueron los hijos de
aquel pio portador que exhibían un repertorio amplio y una dicción impecable.
En conclusión, a la hora de valorar un canario, debemos prestar más atención
a la voz, la dicción y la capacidad de interpretar giros complejos y no tanto a
la extensión del repertorio. Y podéis fijaros
también en aquellos ejemplares que van a concursos con un repertorio de calidad
y que luego caen victima de los procesos hormonales típicos del celo volviéndose
cortos y repetitivos.
PD: Nota para los que no saben leer pero si criticar, a los que su sesgo no les deja ver mas alla de sus narices: Este articulo esta relacionado con la valoración para la selección con fines reproductivos y explica que la causa de estas "cuatro notas" puede ser un mal manejo o una enfermedad. En ningun momento se meciona o relaciona con la puntuación. A un ejemplar se le valora en relación al codigo de canto y punto. Ya basta de tanto odio!.Hay que saber leer y entiendo que no todo el mundo tenga esa capacidad.
Muchas gracias Don Ernesto
ResponderEliminarPor su gran trabajo en pro del timbrado. Como siempre grandes enseñanzas para los que aprendemos .
Muchas bendiciones.
Señor Ernesto muchas gracias por su tiempo, bendiciones a su familia
ResponderEliminarGracias amigo Ernesto la verdad que gracias por esos consejos saludos de orlando 👍👍✍✍✍✍
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