jueves, 26 de agosto de 2021
lunes, 23 de agosto de 2021
Y la pregunta es...¿A qué volumen?
A mí, me gusta experimentar para poder constatar de forma práctica lo que la lógica o la teoría indica. Y como este segundo año de la peste decidí, desde un principio, no participar en concursos me dediqué a retar algunas de estas prácticas que uno hace simplemente porque funcionan. En este caso, dispuse tres voladeras verticalmente, colocando solo altavoces en la voladera central. Lo de usar un solo par de altavoces ya lo había probado el año pasado, y funciona, sólo que se expone más a los noveles a la influencia de los líderes del jaulón en aquellas voladeras donde no hay altavoz. Este año, me arriesgué y dispuse el volumen en niveles mínimos. ¿Resultados? Perfectos hasta ahora, todos los ejemplares aprendieron el audio objetivo. Y esta es una gran noticia ya que para aquellos que logísticamente afectan a sus vecinos (o peor aún a los miembros de su familia) pueden colocar el audio en niveles que no resulten molestos.
Varias cosas que son importantes aclarar, para que todo marche bien lo más importante es que el audio se compatible con el tipo de canarios que tenemos. Por ejemplo, no pierda el tiempo colocándoles, verbigracia, agua lenta o floreos excesivamente lentos o complejos a canarios de corte clásico (esto, de más está decir con mucho respeto) ya que no los aprenderán, y no lo harán simplemente porque no los escuchan. Y lo que no se escucha no se puede aprender. Así que, si vais a probar a minimizar el volumen, no introduzcáis variables nuevas, usad un audio que ya os haya funcionado con vuestros ejemplares.
miércoles, 4 de agosto de 2021
Audios y Piratas
De sobra esta decir que la extensa
adopción de la educación mediante audios (digital) del canario timbrado español
ha contribuido significativamente a “igualar las oportunidades” para la gran
mayoría de criadores que educan. Cuando se educa mediante el uso de maestros,
sincronizar la muda, evitar que aprendan giros defectuosos y sobre todo
disponer de uno o mas ejemplares capaces de actuar como maestros es una tarea
ostensiblemente compleja. Unas por otras, pero en líneas generales con la
educación digital es posible, entre otros beneficios: construir un repertorio “a
la carta”, recuperar notas perdidas e introducir floreos y variaciones conjuntas
de cuantiosa belleza.
La educación digital supone una
serie de competencias, que para algunos criadores se transforman en
limitaciones, creándose una brecha digital en un nuevo ecosistema. Y es que
competir mediante el uso de maestros con otros competidores, qué si lo hacen,
es desventajoso.
En este nuevo ecosistema digital se distinguen varios tipos de usuarios, a saber:
El Inexperto: son criadores
con muchas limitaciones tecnológicas, son incapaces de crear giros o de
ejecutar “el cortar y pegar”, dependen enteramente de que algún otro criador
les suministre un audio o usar maestros para no depender de terceros. No son
muchos, pero si son las grandes victimas del auge de la educación digital. Carecer
de pericia digital no es tema de misoneísmo, hasta los más avezados pasaran en algún
momento a ese lado de la ecuación porque la tecnología va a un ritmo mucho mas
veloz que el podemos seguir. Y en algún momento nos pillará el toro.
El ensamblador: Es un
artista del “corta y pega”, arma rompecabezas con notas de aquí y de allá, es
capaz de crear notas simples siempre usando el corta y pega. Maneja las funciones
básicas de los programas de edición de audios.
El Experto: posee una alta
pericia, es capaz de crear mediante el cortar y pegar y la transformación de
notas usando herramientas de avanzada de los programas editores de audio. Es
capaz de crear una nota mediante su oído. Tiene una alta sensibilidad musical. Es
a la vez el que posee, en teoría, una mayor ventaja, pero también el más neurótico
con la posibilidad que le copien o sustraigan sus notas (las notas producto de
su creación).
El Pirata: Puede ser un
ensamblador o inclusive un experto de naturaleza aviesa puesto que el conocimiento
técnico no garantiza la existencia de ética. Los piratas están a la caza de
notas por doquier, las piden o las roban en cualquier descuido. Los que antes robaban
pájaros ahora roban audios y notas, no poseen escrúpulos. Los piratas además
distribuyen sin complejos el botín obtenido ilegalmente, ya que como la mayoría
de ellos no son creadores, no valoran las horas de trabajo que pueda llevar la
creación de una nota o de un audio. Para ejemplo, la batalla que se libra a
diario con la piratería informática y el contenido multimedia (audios, videos y
libros electrónicos). Y es que piratear un audio o una nota está a solo tres
deslizamientos digitales en un smartphone.
En lo personal me he tropezado
con los piratas en varias ocasiones, especialmente con los videos que compartía
(he dejado algunos), es impresionante el esmero en extraer las notas, aun
cuando el que las publica da un claro mensaje de que no desea distribuirlas protegiéndolas
mediante música en un segundo plano. Existe la concepción generalizada que todo
lo que está publicado es gratis. No es así. Lo que hay es impunidad.
Leía en un chat de criadores una
conversación donde uno de los participantes, eximio creador de notas decía que
esta nota o aquella nota era suya expresándose con pesar, ya que alguien,
usando la añagaza de la amistad se la había pedido para su uso exclusivo posteriormente
distribuyéndola a diestra y siniestra. Hay malas noticias para los que crean
notas, en el mundo virtual estamos todos desamparados aún si hubiera leyes de
copyright (que haberlas, las hay) no hay quien las haga cumplir. Añádase que no
existe eso del copyright de notas y que, verbigracia, con solo modificar un
segmento con otra frecuencia, ya se trata de otra nota.
Es sumamente complejo evitar que
las notas creadas circulen, y ya no solo hablo de los piratas. No nos podemos
quedar con todos los ejemplares del año; los pájaros se venden, ceden o regalan,
y con ellos se van las notas. Así que, si se pretende poseer giros exclusivos,
el trabajo de creación debe renovarse cada año. Lo cual tampoco es garantía de ningún
éxito ya que para que un ejemplar obtenga una buena calificación no es
necesario en absoluto que ejecute floreos nunca escuchados, aunque esta claro que
las novedades generan atención. En otras palabras, los que crean contenido
deben renovarse constantemente y cuidarse, porque en la puerta de sus casas
acechan los inescrupulosos. Y estos, no pierden comba.