Hace unas semanas una nota en Facebook me llamó la atención; alguien calificaba de “valiente” la decisión de la COM de celebrar el mundial suspendido en Valencia en Portugal. Lo primero a destacar es el uso del término “valiente”, puesto en contexto implica que los que prudentemente tomaron la decisión de suspender el mundial son unos cobardes. Mas que cobarde, la decisión de suspender el mundial de Valencia fue una decisión responsable y prudente que, desafortunadamente, la evolución del coronavirus en nuestro país así lo ha demostrado. El caso del movimiento del mundial de España a Portugal es poco entendible salvo por los intereses no necesariamente ornitológicos sino financieros de llevarlo a cabo. Sin embargo, la decisión adolece de racionales sustentables a menos que Portugal estuviera exenta del riesgo del virus y que tampoco hubiera riesgos de viaje desde el resto de Europa. La realidad informativa claramente señala que ambos racionales son falsos. Portugal acaba de declarar el estado de calamidad por la expansión del virus prohibiendo entre otras medidas la reunión de mas de 6 personas. La situación en el resto de Europa sigue complicándose diariamente y las cifras de contagio de la segunda ola superan con creces a la primera embestida del virus. En términos estrictamente personales, el mundial de Portugal me parece una imprudencia, en primer lugar, por los riesgos económicos derivados de medidas adicionales que potencialmente puedan tomarse y en segundo lugar, porque además desestima que un mundial para que tenga esas características debe tener necesariamente participación y audiencia de otros países. Y esto está claramente en riesgo. Dejo aparte los riesgos legales y morales derivados de las personas que sean contagiadas y fallezcan como producto de su asistencia a este evento. ¿Vale la pena el riesgo? Absolutamente no.
En el año 2006 la gripe aviar causó la suspensión de todos los concursos nacionales e inclusive del mundial. El coronavirus es un virus de un impacto exponencialmente mayor en términos de contagios e impactos en mortalidad.
FOCDE tomó la sabia decisión de
suspender su concurso nacional del 2020 tradicionalmente celebrado en la
pintoresca localidad de Talavera de la Reina. Por otro lado, FOCDE se deslinda de
pronunciarse en torno a la celebración de los distintos concursos sociales y
regionales organizados por sus clubes asociados dejando en sus manos la
decisión.
Cada asociación ornitológica en
FOCDE ha decidido, motu proprio la celebración de los concursos estableciendo
una serie de medidas COVID para mitigar los riesgos de contagio. Pero ¿y si a
pesar de ellas alguien se contagia? ¿Habrá valido la pena? No.
En el caso concreto de los
concursos de canto el que mas corre riesgo es el juez y a él le corresponderá
valorar el riesgo-beneficio de la decisión. Una cosa es vivir con el virus y
otra cosa es correr riesgos innecesarios, cada individuo debe valorar el riesgo
de acuerdo con sus prioridades, en mi caso: familia, trabajo y afición, en ese
orden. Juzgo innecesario tomar un riesgo por una afición, por mas apasionante
que sea. La prudencia debe siempre guiar nuestras acciones, no se trata de valientes
y cobardes, mas bien de osados y prudentes.
Y a los osados les deseo la mayor
de las suertes porque es lo que más necesitaran.
La verdad que la salud es primero saludos maestro 🙌🙌🙌
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