Concurso Nacional de FOCDE: Hacer las cosas diferentes, obtener resultados diferentes

Me toca ponerle el cascabel al gato en esta ocasión, sé que como consecuencia me ganaré la antipatía o alguna que otra crítica. Como decía Albert Einstein: “La locura es: seguir haciendo lo mismo y esperar resultados diferentes”.

El año pasado fui observador cercano de muchísimos detalles en la celebración del 51 Campeonato Ornitológico FOCDE en Talavera de la Reina, antes que nada, mis felicitaciones a los extremeños a los que les tocó sortear exitosamente todo tipo de eventualidades.

En primer lugar, estoy muy consciente que llevar a buen puerto un concurso de la envergadura del nacional de FOCDE no es tarea fácil y complacer a todos los participantes es utópico, siempre hay alguien al que no le cuadran las cuentas. El primer aspecto a revisar es el sorteo, resaltemos que el nacional no es un concurso social, sino un evento al que acuden criadores de todos los rincones de España, como tal, las asociaciones deben utilizar, si los criadores no pueden entregar los ejemplares en el horario dispuesto, el sistema de porteadores.  Debe haber un horario de recepción y otro de recogida de los ejemplares con las salidas definidas por un sorteo efectuado en público. El problema es que muchos se han acostumbrado a llevar los pájaros al nacional en la mañana y llevar a los niños al cine en la tarde, sí, un comentario muy antipático, pero si no le damos el espacio y el tiempo al evento seguirá siendo un concurso social ampliado. Están los que se quejan porque les salen todos los lotes a la vez y los que quieren que así sea para llevárselos de una vez, a unos les da igual y a otros no les cuadra.

¿Porqué si se puede hacer en un mundial celebrado en España como el de Almería 2016 y no en un concurso nacional?  

Porque hay unas reglas y se cumplen a cabalidad. Mientras no se ponga orden seguirán reinando la desorganización, las frustraciones y las críticas. El nacional es un concurso para TODOS los criadores y no para algunos.

Otro absurdo es no revelar las puntuaciones a medida que van sucediendo, argumentar que así se hace con las demás clases como el color, los psitácidos u otras es absolutamente irracional, no sólo las revelaría a medida que las planillas salen, sino que las publicaría a través de internet para su seguimiento por parte de todos los aficionados. Esto ya lo hacen muchos clubes como el Club Timbrado de Madrid y otros. Pareciera que se retrocede en lugar de avanzar.

Enjuiciamientos en paralelo por dos jueces sería un sistema ideal que garantizaría más equidad y menos afectación por la falta de unicidad en los criterios de enjuiciamiento. La argumentación en contra es económica pero la ganancia es mucho mayor en términos de credibilidad y seriedad en el concurso.

El uso de sistemas de circuito cerrado de televisión es ya una práctica común en muchísimos concursos de cierta envergadura, la inversión es mínima y es difícil entender como su implementación ha sido rechazada en varias ocasiones. 

Estos son sólo algunos de los aspectos que pueden ser mejorados con facilidad, voluntad y una inversión económica muy precaria, pero no hay peor enfermo que aquel que no desea curarse. Algunos leerán estos párrafos y se rascarán la cabeza preguntándose que hay de malo en lo que hay.

Estamos en el año 2017, en la era de la tecnología digital, de la internet, en la era de las posibilidades y seguimos actuando como en la prehistoria. 

Quizás la solución para la canaricultura de canto en los nacionales sea lo que se ha hecho en algunos países: celebrar un concurso nacional de canto aparte de las demás clases y organizado por clubes de canaricultura de canto, dándole su justo espacio a la afición que tanto nos apasiona. Entre tanto, dispongámonos a celebrar un nuevo nacional lleno de cuestionamientos y de problemas, es decir sigamos haciendo lo mismo, eso sí, esperando un resultado diferente; la locura.