Uno de los
aspectos fundamentales de la canaricultura de canto es la apropiada gestión del
canario novel desde la voladera hasta
los concursos, a pesar de que ya he escrito un par de artículos sobre como
hacerlo apropiadamente creo conveniente hacer algunas observaciones que
facilitarán la comprensión del proceso. Es en esta etapa cuando se nos puede ir
al garete el trabajo de todo un año, muchas veces por tomar decisiones
equivocadas fomentadas principalmente por dos factores: la ansiedad por conocer
el repertorio del ave y la angustia por asegurarse que el ave está lista para
concursar. Es entonces cuando la creatividad aflora y le hacemos cambios
violentos a la alimentación del ave que de por sí ya está sometida a un gran
stress al ver su espacio de actividad reducido súbitamente a unos pocos
centímetros. Este proceso de adaptación aunque inducido por el canaricultor, no
puede violentarse y ha de seguir su normal evolución independientemente de la
fecha de los concursos. Es decir, cuando sacamos al canario de la voladera,
éste ha de estar en el momento apropiado (que no es el mismo para cada ave) y
tardará entre 20 y 40 días en cristalizar el canto-
El objetivo
final es lograr una adaptación efectiva a la jaula de concurso caracterizada
por la mínima pérdida de “silabas” aprendidas en la voladera así como una ave
totalmente adaptada a su nuevo entorno presta a demostrar sus mejores virtudes
al ser colocada sobre la cabina de enjuiciamiento. Para que un canario esté en
condiciones de participar en un concurso debe haber cristalizado su canto (en
el argot popular, “cerrado su canto”). La cristalización del canto se caracteriza
por dos condiciones: el canario ya tiene las “impresiones neurales” de su
repertorio y la definición de los enlaces entre notas.
Las etapas que caracterizan todo
este proceso son: Enjaule, Consolidación, Cristalización, Apogeo y
Declive. Veamos en mayor detalle cada
una de ellas:
Enjaule: Consiste en trasladar el ave desde la voladera hasta una
jaula de pequeñas dimensiones para iniciar el proceso de desarrollo de
territorialidad que como es sabido es uno de los factores claves para que el ave
cante. Además una jaula de concurso o
de pequeñas dimensiones permite gestionar el ave individualmente de manera
efectiva. Se recomienda, de ser posible, un enjaule paulatino a fin de
minimizar el stress. En particular, si hay un número reducido de aves, la mejor
manera es colocar las divisiones de rejilla a la voladera y colocar a un
canario en cada espacio por al menos cuatro o cinco días. En mi caso particular
suelo criar entre 80 y 100 pichones con lo cual no siempre me es posible
hacerlo. Sin embargo suelo alojar en estas voladeras a aquellos ejemplares que
son más susceptibles al enjaulamiento por temas fenotípicos (por razones que
clasificaré de empíricas, los de pluma clara) y aquellos que exhiben conductas nerviosas
en la voladera. De hacerse el traslado
directo a jaulas de concurso o a valencianas colocaremos los pichones viéndose
entre ellos por un periodo de entre 5 y 7 días. De observar a algún ejemplar
con conductas agresivas o sexuales hacia el compañero de la jaula contigua
procederemos a dejar esta jaula sin que pueda ver a sus compañeros. Como indique, no todos maduran simultáneamente
por lo que se hace necesaria la gestión individual. Durante estos primeros días
se reforzará la alimentación diaria con pastón en un lengüetero además de
colocar unas gotas de complejo vitamínico en el agua. SI estamos educando
debemos seguir exponiendo al ave al material educativo durante las etapas de
enjaule y consolidación a fin de reforzar el aprendizaje del ave. Después que
ha cristalizado el canto, no es necesario exponer al ave a ningún tipo de
material auditivo. En este periodo suelo basarme en alpiste y nabina como
elementos base junto al pastón y dosis semanales de fruta o vegetales. De vez
en cuando añado un poco de mijo blanco para variarles la mezcla que es 80%
alpiste y 20% nabina o colza. Debemos abstenernos por completo de usar semillas
que los exciten como el cañamón y la semilla negra ya que corremos el peligro
de producir aceleración y recorte en el canto. Es esta etapa es además innecesario
y contra-productivo ”darles mesa” a los pájaros o guardarlos en las maletas.
Consolidación: Es la segunda etapa más crítica, el canario ya ha
superado su adaptación a una jaula de menores dimensiones y se esmera en sus
repasos, escuchándose cada vez con más claridad. Como ya se señaló, debe haber
exposición al material educativo además de mover al ave para que cante bajo
diferentes condiciones. Esta etapa tiene una duración entre 20 a 35 días. Se
puede inferir que si enjaulamos a un canario en el momento adecuado, éste
cristalizará su canto en aproximadamente cuatro semanas. También merece la pena
comentar que este proceso no es lineal sino que sigue a una curva casi
exponencial después de las dos primeras semanas, con lo cual quiero indicar que
el pájaro avanza muy rápido después de este periodo. Me permito dar un trio de
recomendaciones:
1.- No darle mesa a los canarios durante las dos primeras semanas ya que
esto acelera la cristalización del canto creando un riesgo de que se pierda
parte del repertorio presente en el repaso.
2.- Agrupar las aves por tipo de canto de forma tal que se apoyen entre
ellos en este proceso tan crítico.
3.- Ser inflexible en el descarte de aquellos ejemplares que presenten
giros indeseables ya que fácilmente pueden afectar al resto.
Cristalización, apogeo y declive: Una
vez que el canario cierra su canto, tiene todos sus giros “impresos”
neuralmente, el canario estará por unas semanas con toda la extensión de su
repertorio, tengamos muy en cuenta a aquellos ejemplares que tienen un
repertorio extenso, capacidad de improvisación, dicción y velocidad de emisión.
El canario está listo para concursar y durante unas semanas mantendrá su
repertorio al máximo (fase de apogeo), esta fase concluirá cuando el nivel de
testosterona se incremente produciendo un canto recortado o centrado en algunos
giros en particular, en particular los más simples. Una vez llegada esta fase ya carece de
sentido presentar al canario en concursos ya que el ave deja de rendir. La influencia del celo es variable para cada
ejemplar y se puede dar el caso que un ejemplar no presente mayores variaciones
en su canto mientras que otros prácticamente se ceban con un grupo muy reducido
de notas. Cuando el canario inicie la muda al finalizar el periodo de
reproducción, el nivel de testosterona bajará en conjunción con el proceso de
neurogénesis facilitándose entonces la adquisición de nuevas silabas por parte
del ejemplar (plasticidad del canto).
Verdaderamente extraordinario Ernesto, cada día le echo una ojeada a su blog siempre me orgullece leerle y quedarme con muchas cositas suyas. Gracias, un saludo...
ResponderEliminarMuy agradecido por su comentario Antonio
ResponderEliminarGracias de mucha utilidad para muy!
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