A vosotros como a mí seguro os pasa que este tema de la canaricultura se nos sube a la cabeza convirtiéndose a veces en una verdadera obsesión, no es secreto que es fuente de desencuentros y desaires dentro de nuestra misma familia ya que los canarios en muchas ocasiones son vistos como ladrones de tiempo de nuestra compañera y de nuestros mismos hijos. Y bueno, sobre esto, aunque sobre este tema puedo escribir mas de un libro, solo unas líneas bastan.
Durante todos estos años de afición he tratado de compartir el hobby sobre todo con mis hijos, funcionaba a veces, de pequeños, pero dicen que hay un ley no escrita que este hobby lo heredan los nietos y no los hijos, en mi caso es de una generación hacia arriba ya que mi bisabuelo alemán era el que criaba canarios además de ser reconocido como un buen colombófilo en tierras canarias, aunque debo confesar que a él nunca le llegué a conocer.
Por eso, si tenéis la suerte de compartir el interés por esta noble afición con vuestros hijos, aprovechadlo al máximo y si no, tratad de balancear al máximo con el tiempo en familia, los momentos son únicos e irrepetibles, y muchas veces olvidamos esto en nuestra perseverante obsesión de proyectarnos al futuro.
Estas palabras vienen a mi mente cuando veo que mi pequeña se convierte poco a poco en adolescente, mi hijo es estudiante universitario y recuerdo tanto tiempo compartido con ellos alrededor del hobby. Solo un consejo......
Pues sí compañero Ernesto.
ResponderEliminarTiempo y suciedad es lo que siempre tenemos a nuestro alrededor. Ahora bien, si los que nos rodean saben que más que un hobby es parte de nuestras vidas, despotricarán, pero, al fina, aceptarán.
El que suscribe, dejó la afición hace bastantes años,`pero, cuando me jubilé, hace dos años, la retomé. Por supuesto, no pienso dejarla, aunque a todas horas tengo historias con la familia. Me pasa igual que con mis perdices para el reclamo
Saludos desde Huelva.
CN --- HB-040
Un saludo José Antonio, gracias por compartir.
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