martes, 12 de mayo de 2020

¿Peligran los concursos de este año? Parte II




Aclaratoria: Hago este escrito de forma estrictamente personal siendo el contenido de este el producto de mi opinión, y de ninguna manera, una posición oficial de ninguna federación o agrupación.

imagen tomada del washington post
Han pasado 40 días desde la última publicación del blog relativa a la probabilidad de celebrar los concursos ornitológicos, y en particular los de timbrado español. Debo confesar que dedico un tiempo considerable leyendo de diversas fuentes, analizando y tratando de visualizar las alternativas para el desenlace de la pandemia causada por el COVIT-19. No soy científico, ni médico, mi formación es en ingeniería y por ello mi entendimiento se basa en el mero sentido común y en la extrapolación de escenarios.

También aclaro, que, aunque la canaricultura de canto es mi pasión, que haya concursos o no, poco me importa en consideración a lo que nos jugamos en términos de futuro. Se equivoca el que piense que hemos progresado en la lucha contra el virus porque hayamos pasado una rigurosa cuarentena o porque se haya decidido con criterios opacos y contradictorios (me refiero en particular al gobierno de España) el pase a otra fase curiosamente denominada “nueva normalidad”.

Lo cierto del caso es que la presión provocada por el profundo y rápido hundimiento de la economía jugó un papel fundamental en saltar la etapa de contención con asignaturas pendientes y sin el establecimiento de los elementos de control básicos para la mitigación del impacto del virus, lo que pudiéramos llamar “vivir con el virus”. Esta nueva etapa, llámele la fase que usted quiera consiste en mitigar el impacto de los contagios mientras se encuentra un tratamiento eficaz o una vacuna.

 Lo más probable, y espero equivocarme, es que se encuentre algún tratamiento de mayor o menor eficacia que eventualmente ayude a reducir las fatalidades causadas por el coronavirus, pero a estas alturas no hay un avance significativo y concreto, a pesar de la constante publicación de noticias al respecto. La carrera para obtener la vacuna, además de estar altamente politizada, tiene un doble reto: en primer lugar, conseguir una vacuna a corto plazo (uno o dos años) cuando el promedio histórico de desarrollo de una vacuna es superior a ocho años y, en segundo lugar, la masificación de la vacuna, es decir, hay que producir 7 billones de vacunas. Así que el país (laboratorio) que la descubra primero atenderá su demanda interna y luego la externa. Hay miles de millones de dólares en juego y una autentica competencia por ser el primero en obtener tal vacuna.

Es por todo lo anterior que es muy poco probable que este año o en la primera mitad haya una solución médica viable y alcanzable para toda la población. En otras palabras, todo apunta a que esta fase de mitigación va a ser larga y además con retornos a la fase anterior de cuarentena motivado a posibles rebrotes. No, este virus no se va por el calor ni por las horas de luz ni ningún otro invento, si así fuera, no habría casos en Brasil, Ecuador o Panamá por citar algunos países. No solo es difícil de erradicar, sino que ya se ha comprobado su mutación convirtiéndose en cepas de diferente virulencia.
En cuanto a su impacto, todos los días aprendemos algo, pero desconocemos los aspectos más básicos como el grado y la duración de la inmunidad de los que han sufrido el contagio y las secuelas que afectan a múltiples órganos inclusive semanas después de haber superado la enfermedad.

Ya sabemos que no es una enfermedad exclusiva de ancianos y que afecta tanto a niños como a personas totalmente sanas. No entendemos bien la razón. Mientras tanto hay que vivir con mascarillas, con distanciamiento social y con muchas pruebas(test), acompañados de una buena gestión epidemiológica. Debemos volver al trabajo y a producir para evitar que el impacto económico sea peor que la enfermedad misma.

Nuestra afición debe reinventarse, hacer uso de la tecnología y de los recursos, tener la voluntad de hacer los cambios necesarios o eventualmente morirá.

Lo cierto del caso es que ya nada volverá a ser como antes, por más que lo deseemos o que agachemos la cabeza como el avestruz, lo que si podemos hacer es, con la actitud adecuada, contribuir a moldear nuestro futuro.

Que me disculpen si el tono de este escrito tiene vestigios de fatalismo y concluyo como en el anterior, espero estar muy equivocado. 

Sigo sin ver claro que haya concursos este año por mas carteles y posters que se publiquen, una cosa es lo que queremos que sea y otra muy diferente la que tenga mas probabilidad de resultar.