Noviembre y Diciembre son épocas muy
anticipadas para los criadores de canarios timbrados, ya que es justo en este
periodo de tiempo cuando se celebran la mayoría de los concursos. Hemos trabajado todo el año y ansiamos con un
nerviosismo inusitado el momento en que nuestros canarios estén frente al juez y exhiban todas sus capacidades, no sólo
en términos de repertorio, sino en el ritmo, musicalidad y tono. Es importante destacar que a estas alturas ya
la mayor parte de nuestro trabajo está hecho, independientemente si educamos o
no, la canción del joven canario está a punto de cristalizarse y debemos hacer
todo lo posible para que esto ocurra sin contratiempos. Aunque estemos en la
fase final, o por ello es menos crítica y obviamente una de las consecuencias
de un mal manejo de nuestras aves puede dar fácilmente al traste con la ardua
labor de todo un año.
Considero que en este momento, tenemos dos objetivos fundamentales:
1.- Lograr que el canario conserve la mayor
parte de su repertorio y que la ejecución del mismo sean el reflejo de la
capacidad que sus condiciones genéticas le permitan.
2.- Conseguir que el canario cante en el breve
periodo de tiempo del que dispone independientemente de diversos factores a los
que pueda enfrentándose, a saber: Locación,
Luz, Tiempo y Presencia.
Con
respecto al primer objetivo, hemos de resaltar que la evolución del canto es un
ciclo que comienza con el fin de la canción plástica y correspondiente período
de enjaulamiento hasta el momento en que éste alcanza su esplendor, es nuestro
objetivo como criador que nuestros canarios lleguen al momento de los concursos
precisamente en el mejor momento del ciclo de canto y antes de que el proceso
de encelamiento haga acto de presencia alterando para siempre el “momento
perfecto del canario”. Como ya se indicó
en el artículo correspondiente a las condiciones en que deben ser enjaulados
nuestros canarios, éste debe ser un proceso realizado de manera individual ya que cada ave madura en
forma independiente. Nuestro principal aliado durante todo este periodo es la
observación del comportamiento del ave, de los cambios en su voz, de cómo
enlaza los diferentes giros y sobretodo de la presencia de giros negativos:
estridencias, rascadas y nasalidades. En
particular yo desecho de manera casi inmediata los ejemplares que presentan
algunos de estos giros negativos de manera inmediata, haciendo los correspondientes
asientos en los libros de cría para analizar posibles correlaciones con los
cruces efectuados, y en caso de ser así, no solo deshacerme de los pájaros en
cuestión sino también de sus hermanas. Recordemos las tres normas primordiales
de un criador serio de timbrados: Selección, Selección y más Selección. Debemos
ser inflexibles en esta etapa y no conservar el pájaro porque viene del aviario
de x o y, porque nos gustan los padres o porque algún ejemplar perteneciente a
esa línea fue muy bueno o ganó aquel concurso. Sé que hay criadores que
promueven el sometimiento a la oscuridad
o el cambio de alimentación (mas nabina, menos alpiste, etc..), en particular yo creo que cuando estas
características negativas son exhibidas debemos actuar sin contemplaciones y no
perder más el tiempo con estos ejemplares.
Jovenes timbrados recien enjaulados (E.Ramos) |
El segundo gran objetivo es que si
hemos logrado que nuestro canario llegue en las mejores condiciones a los
concursos, éste cante durante el mayor
tiempo posible exhibiendo todas sus condiciones canoras. Para que esto suceda,
debemos lograr que en el periodo de preparación el canario se acostumbre a
cantar en diferentes condiciones:
Locación: debemos
sacarlos de los trasportines y colocarlos en la torre en diferentes lugares de
la casa, cuando ya estén bien habituados a cantar colocarlos en el coche,
llevarlos a nuestro lugar de trabajo, a casa de familiares y amigos, en fin,
las aves deben acostumbrarse a salir en cualquier sitio del maletín a la torre
y cantar de manera casi inmediata.
Intensidad y Tipo de Luz: debemos acostumbrarlos a cantar con luz solar, con luz amarilla y con
luz blanca, sobre todo con esta última ya que es la que es usada normalmente en
las cabinas de concurso. Además debemos acercar a alejar la luz, haciéndolos inmunes
al tipo e intensidad de la misma.
Tiempo:
debemos sacarlos a cantar a diferentes horas, desde la mañana hasta el
atardecer, ya que los horarios que le asignaran a nuestros lotes son
desconocidos, y si ya están acostumbradas a hacerlo, lo harán a cualquier hora.
Presencia:
una de las variables más importantes en la preparación o entrenamiento de nuestros
canarios es acostumbrarlos a cantar en la presencia de diferentes personas de
manera que llegado el momento del concurso no se intimiden ante un nutrido
grupo de personas o simplemente ante personas con las que no tienen
familiaridad. Esto se debe lograr paulatinamente, primeramente que se
acostumbren a cantar de inmediato en nuestra presencia y luego delante de
amigos, familiares e inclusive otros animales domésticos.
En cuanto a la alimentación que
suelo utilizar está básicamente compuesta de alpiste (60%), nabina (30%) y un
pequeño porcentaje de perilla (10%), además suministro inter-diario pastón de
cría en un nabinero. Es muy importante
el suministro del pastón ya que los pájaros se estresan mucho ante las
limitaciones de espacio y comen poco. Es también conveniente suministrar un
complejo multivitamínico en el agua por lo menos una vez a la semana.
Debemos recordar además que en un
principio debemos colocar las jaulas viéndose entre si y que posteriormente las
alojaremos en el trasportín abierto y solo cerrándolo los días previos al
concurso teniendo además la precaución de dejarlo abierto en las noches de manera
que haya buena circulación de aire.
Como ya he resaltado anteriormente,
este periodo es crítico y determinante no solo para que los canarios lleguen en
óptimas condiciones a los concursos sino para que podamos determinar el
resultado de nuestro trabajo.