Factores críticos en la educación del
canario timbrado español
Joven pichón del año 2012. Criador Ernesto Ramos |
Como
bien es sabido, soy fiel creyente de la necesidad de educar a nuestros canarios
para así generar ejemplares que puedan hacer uso de la mayor parte de su
capacidad genética al ejecutar su repertorio. Escucho incansablemente a los
detractores de la educación del timbrado español argumentando que se obtienen ejemplares
con el mismo repertorio o que ésta ocasiona la pérdida de notas al finalizar la
muda. Lo cierto del caso es que la mayor parte de los ejemplares de mi aviario
conservan una buena parte de su repertorio a finalizar la muda y que de
presentarse pérdida de algunas notas, éste es un factor que es independiente de
si el canario fue educado o no, es como demuestra Fernando Nottebohm en
numerosos trabajos y estudios de investigación una consecuencia de la
fluctuación de los niveles de testosterona en los ejemplares. Por otro lado los
ejemplares que obtengo año tras año son todos diferentes entre sí aun habiendo
escuchado el mismo material de aprendizaje, la genética de cada ejemplar además de su capacidad de aprender y ejecutar
se constituyen en factores diferenciadores.
A continuación se señalan los
factores cruciales para tener éxito educando canarios timbrados españoles:
Separar en el momento adecuado: nuestros ejemplares noveles deben ser
separados antes de los 30 días, una vez comen solos y colocados en un ambiente
que los aísle física y/o acústicamente. Como es sabido, hay dos periodos
críticos en los que los jóvenes pichones aprenden gran parte de lo que
escuchan, a saber: a) Entre los 30 y 45 días de vida y b) en el periodo final
de su primera muda.
Aislar física y/o acústicamente: debemos exponer a los pichones únicamente al
material de aprendizaje. Escuchar hembras adultas o machos adultos que posean
faltas puede dar al traste con el
trabajo de todo un año.
Separar en subgrupos: siempre que colocamos un grupo de jóvenes
canarios (eduquemos o no), existe la posibilidad de que algún ejemplar más
avezado asuma el liderazgo del jaulón y sea seguido por el resto. Si el
ejemplar posee defectos en su ejecución, estos serán imitados por sus
compañeros. Este riesgo siempre está latente por lo que es recomendable separar
en grupos de máximo diez ejemplares generando “aulas” de aprendizaje
diferentes. Resulta sobreentendido que debemos extremar las precauciones y
escuchar los repasos de nuestros ejemplares para detectar aquellos con fallos
que pueden ser imitados por el resto.
Exposición continua: aunque existen dos periodos críticos en la
vida de los pichones que influyen decisivamente en su aprendizaje, aun para los
ejemplares que nacen en fechas cercanas, la muda no se produce al mismo tiempo por lo que es
recomendable que la exposición al material de aprendizaje (maestro o audio) sea
continua hasta que los jóvenes canarios hayan cerrado el canto.
Selección: si empleamos la educación para enseñar a
nuestros ejemplares, debemos ejecutar una rigurosa selección al término de los
concursos quedándonos únicamente con aquellos que destacaron en el aprendizaje y ejecución del material de
aprendizaje. En esta etapa no valen sentimentalismos ni consideraciones
diferentes a la capacidad de aprender. Solo de esta manera lograremos tener
mejor ejemplares cada año.
Consistencia: debemos continuar trabajando año tras año
usando los criterios anteriormente seleccionados, desafortunadamente son muchos
los canaricultores que en cada temporada introducen numerosos ejemplares de
otros aviarios menospreciando su propio trabajo. Esta en mi opinión es una
de las prácticas más nocivas para lograr resultados. En mi caso particular
trato de minimizar los nuevos ejemplares y concentrarme en la selección
genética que es la base de los resultados. Claro está, que este factor es
relevante si se posee un nutrido grupo de ejemplares de calidad que puedan ser
la base del proceso de selección.
Espero que estas líneas puedan servir de guía y ayuda, en especial para
aquellos canaricultores que se inician en este fascinante mundo del timbrado
español.